martes, 13 de octubre de 2009

La infidelidad ante la crisis de la mediana edad



Hay un momento en la vida de una mujer en que sabe que le queda belleza para poco rato. Para los machos es peor. El macho de golpe se da cuenta de que ha perdido la juventud de golpe. Digamos, un miércoles a la mañana se da cuneta de que tiene menos pelos y más panza .. Esto les aterra y sienten ganas de volver el tiempo atrás. Como los músculos ya no les responden ni siquiera para poner en hora el despertador, se dan cuenta de que tendrán que resignarse a su decrepitud creciente. Pero no les gusta ver que el tiempo pasa y que con él se van las oportunidades de conocer, por ejemplo, a Angelina Jolie. Entonces entra en crisis. Eso es lo que le pasó a Harrison Ford : cumplió 60 se puso un arete en la oreja, usa bronceado de lámpara y se puso de novio con una anoréxica 30 años menor que él - la actriz Callista Flockhart , de “Ally Mc Beal”-, mientras le pide llorando a Spìelberg que le deje protagonizar “Indiana Jones : el Retorno del Abuelo Ágil ”. Pero Spielberg- que luego de “La Lista de Schindler” está mas duro que nunca - prefiere filmar películas sobre seres abducidos por Ovnis antes que mostrar las arrugas del ex Indiana en primer plano. Para el cuarentón traumatizado es muy importante probar que aún exhuma tanto magnetismo como para atraer a una jovencita, aunque sea a través de la banda magnética de su tarjeta de crédito.
Los que entran en esta etapa comienzna a aburrirse de sus rutinas .
Cuando todos los días parecen repetirse con el mismo patrón- el mismo trabajo aburrido para volver a casa a la misma hora donde nos esperan seres cuyo nombre ya ni recordamos- es hora de consultar con el neurólogo, puesto que padecemos Mal de Alzheimer con pérdida de noción de tiempo y espacio.
Algunas personas que han visto demasiadas películas creen que la vida humana debería ser una aventura llena de acontecimientos excitantes que nos llenen de adrenalina. De estas personas, algunas se dedican al aladeltismo. Y quienes no tienen el dinero necesario para ese deporte, se lanzan en picada a la vida de otra persona. Finalmente logran su cometido: nada te brinda más adrenalina y rompe la rutina como una esposa furiosa que en vez de esperarte con escalopes con puré, le espera con el palote de amasar, y lo hace puré a él . Como canta Sabina: “Los cuernos le pondrán a tu almohada/ su sal y su pimienta.” En verdad poner cuernos puede ser algo muy divertido. Tanto como una montaña rusa de alta velocidad cabeza abajo sin cinturón de seguridad.

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